jueves, 10 de febrero de 2011

Se cumplieron cinco meses de la desaparición de Sebastián Ortiz

El pasado 6 de febrero se cumplieron cinco meses de la desaparición del correntino Sebastián Ortiz de o en la ciudad entrerriana de San Jaime de la Frontera sin dejar el más mínimo rastro. Se hicieron todo tipo de rastrillajes pero no se dio con ningún indicio. La Justicia manejó ciertas líneas investigativas, pero eran poco sólidas.





El hombre de 66 años, era vendedor ambulante y alquilaba una habitación en calles 25 de Mayo y Tratado del Pilar, en San Jaime, hace ya casi dos décadas, ya que su domicilio legal era el de Paso de Los Libres. Fue visto por última vez el lunes 6 de setiembre a eso de las 19:00 horas.

Don Sebastián, -así lo llaman sus conocidos- viajaba permanentemente a Paso de los Libres para comprar diversos elementos (paraguas, encendedores, etc.) que luego revendía en San Jaime.

Consultado , el Subjefe de la Jefatura Departamental Federación de Policía, Comisario Marcelo Favre, admitió que “no hay novedades en el caso” y que las pistas que se tienen “son las mismas que hace dos o tres o más meses”.

Las últimas diligencias hechas en pos de dar con su paradero fueron en la provincia de Misiones por una información de una persona de Entre Ríos, probablemente de San Jaime, que pudo haberlo visto en la ciudad de 2 de Mayo, ya que a Ortiz le gustaban los gallos de riña y podría haber tenido algún contacto de gente de ese ámbito. Se realizaron diligencias investigativas y (Ortiz) habría estado en la casa de un ex policía de Misiones -allegado a la actividad de los gallos de riña-, pero esto (que se tratara del hombre buscado) no se pudo confirmar porque este hombre no supo decir si realmente era o no, solamente dio características que podrían ser similares. El encuentro se produjo a seis o siete días de la desaparición y el ex policía no conocía de antes a Sebastián Ortiz como para poder aportar mejores datos.

Entre las autoridades judiciales o policiales reina el desconcierto y lo reconocen. Al hombre lo han buscado en San Jaime, en los alrededores de la ciudad, en zonas rurales, en Curuzú Cuatiá, en Paso de Los Libres, en bañados, en arroyos o en el río Mocoretá, se ha entrevistado a la madre del sujeto –una mujer muy anciana- en su actual residencia, en la provincia de Buenos Aires y no se ha dado con ningún elemento que pueda echar un poco de luz sobre su actual ubicación. “Se ha buscado en cada pozo negro de San Jaime”, dijeron en su momento desde la Policía.

Y los familiares han llegado a utilizar los servicios de tres videntes. “No hay una pista firme. Hemos agotado las instancias investigativas en torno a lo laboral, familiar, de la persona en si...”, le dijo a este medio en diciembre pasado el Jefe de Operaciones de la Departamental.

Vale destacar que desde la Justicia se determinó que prácticamente no tiene la suficiente solidez la pista del conflicto por unos terrenos de los que Ortiz sería heredero en Curuzú Cuatiá y que estaban usurpados. En algún momento, el Jefe de la Departamental, el Comisario Sergio Mendoza, había reconocido que existía un testimonio de un amigo de Ortiz que señaló que el hombre “estaba amenazado de muerte” por parte de una familia de Curuzú Cuatiá.

La cuestión pasaba porque esa familia está afincada con su vivienda (junto a otras casas) en un terreno del cual Ortiz sería el heredero. El desaparecido les habría impelido a abandonar el lugar, pero estos se resistían. De acuerdo a Mendoza, la policía correntina realizó una visita a la familia, de apellido Villalba, pero sin lograr un avance importante en el caso, más allá de que los presuntos usurpadores (en realidad hace casi dos décadas que ocupan el lugar) reconocieron el problema existente y admitieron su intención de no abandonar el lugar. Los familiares directos de Ortiz “no sabían nada de una amenaza de muerte” y bien es dable aclarar que el hombre debía viajar a Curuzú, el martes 7 de septiembre, donde estaba citado para ser notificado de todas las diligencias judiciales relacionadas con el litigio por el terreno. Su desaparición se registra,
justamente, el día anterior y aun no han podido establecer si efectivamente viajó hacia la localidad correntina mencionada o no.

De todas formas, como se dijo, esta línea investigativa no estaría dentro de las prioridades y casi que ya estaría descartada.

“Ortiz era muy programado en su rutina. Antes de retirarse de la habitación que alquilaba pagaba y se retiraba siempre a la misma hora”, contó el funcionario policial. “Llama la atención que ese día no pagó la habitación y dejó todas sus cosas. Presumimos que algo pasó en el camino cuando –creemos- fue a sacar el pasaje para ir a Curuzu. Pero no tenemos una línea certera de investigación”, agregó Mendoza.

En su momento, llamó poderosamente, también, que no estaba y no se pudo dar con la bicicleta con la que suele moverse en San Jaime; una de caño reforzado color roja. La puerta de la pieza estaba sin llave, como dejando entrever que su salida no sería por mucho tiempo. Una jovencita de esa localidad lo vio esa noche a bordo de la bicicleta. Pero a partir de ahí, nada más se supo.

En estos días –según lo expresado por el Subjefe Favre hoy- con cúpula policial nueva en la localidad de San Jaime, desde la Departamental se ha insistido a la misma que continúe el trabajo investigativo, pero antes que orientado a la continuidad del rastrillaje, direccionarlo hacia la obtención de testimonios que puedan brindar algún dato –aunque mínimo o en apariencia insignificante- para dar con Ortiz.