Observó si todavía alguna mercadería y se dirige rápidamente hacía la caja donde estaba una de las empleadas del comercio. Extrae un arma de fuego que llevaba en la cintura y apuntandole en la cabeza le exige la entrega de todo el dinero.
Sin dudar la trabajadora le dio el efectivo y no contento con el botín, el ladrón le sustrajo una cadenita que llevaba puesta en el cuello. Las mismas joyas les robó a otras mujeres que estaban dentro del local.
Tras cometer el asalto el ladrón se fue profiriendo amenazas y una vez que salió a la calle, huyó corriendo. La damnificada se comunicó de inmediato con la Policía. Desde la comisaría jurisdiccional montaron un operativo que consistió en el patrullaje por la zona. Buscaron al asaltante pero hasta el momento no pudieron localizarlo.
“Se llevó la recaudación de la tarde, a las chicas le sacó la cadenita que tenían puestas” dijo Virginia de Sánchez, propietaria del comercio.
Al contar lo ocurrido manifestó que “ya habían terminado de hacer todas las ventas de las facturas. En el local estaban reunidas mi nuera, mi cuñada, el hermano y la chica que estaba cobrando en la caja”.
“En un momento entró un tipo, le pone el arma en el cuello a la empleada y le dice abrí la caja o te quemo. Se llevó todo el dinero recaudado de la tarde, una suma cercana a $1200”, explicó la comerciante.
De acuerdo a los datos aportados por las damnificadas, el delincuente ingresó a cara descubierta con una gorrita y por la forma de hablar sería de Buenos Aires.
