viernes, 4 de febrero de 2011

Maltratos en los cursos de la policía: Un padre denunció torturas

Miguel Martín Marsilli, padre del joven aspirante a cabo de la policía de Corrientes que se encontraba realizando el curso en la Unidad Regional III de Curuzú Cuatia, se apersonó en el lugar, viendo como su hijo “estaba haciendo flexiones de brazo con los puños cerrados sobre la piedra, mientras los demás aspirantes miraban en el rayo del sol y el oficial a cargo de la Instrucción, Mauro Perfecto, estaba bajo la galería en la sombra, y observé también como 10 aspirantes mujeres cayeron desmayadas ese mismo día y ninguno de los compañeros podía ayudarles” dijo

Marsilli, continuó su relato diciendo: “Concurrí a la unidad regional luego de notar un fuerte cambio de conducta en mi hijo, yo le preguntaba qué le pasaba y no me quería contar, por ese código de silencio que le imponen que no puede contar nada a nadie ni siquiera a sus familiares. Preocupado me dispuse a ir a Curuzú a ver por mí mismo lo que ocurría. Luego de ver este espectáculo, donde mi hijo estaba siendo sometido, para mí, torturado física y sicológicamente, pedí retirarlo del curso.”



Con respecto a las denuncias efectuadas en el Ministerio Fiscal de la ciudad de Monte Caseros, Miguel Marsilli, contó: “De acuerdo a las diligencias que ordenó el fiscal, la psicóloga de la fiscalía recomendó que mi hijo sea tratado urgente por un profesional, porque no estaba bien psicológicamente, mi hijo ingresó como todo aspirante, bien de salud, física y mental, los maltratos ocasionados por ese instructor le produjo cambios en su conducta que yo como padre no puedo permitir”

Con respecto a las declaraciones del Jefe de Estudio que dijo que el caso del aspirante a agente Marsilli, era un fracaso más, Marsilli, comentó que: “El comisario Inspector Pintos, Jefe de Estudio, dijo que hay cincuenta aspirantes más que están perseverando para llegar a la carrera con éxito, me preguntó si perseverar para ellos o para este comisario, significa aguantar tanta sometimiento físico y sicológico, les llamo a la reflexión a los padres de los otros aspirantes, de Caseros hay doce, creo que existe un código implementado allí dentro que no pueden hablar, Ahora estoy tranquilo porque recuperé a mi hijo físicamente, ahora espero recuperarlo plenamente con los tratamientos psicológicos para que vuelva a ser la persona que siempre fue”.

Miguel Marsilli, continuó su relato reflexionando:” Ahora entiendo porque hay tantos casos de gatillo fácil y de castigo a ciudadanos por parte de la policía, a mi hijo lo estaban haciendo violento, cambiando de personalidad, felizmente pude detectar y comprobar cómo lo estaban formando por mí mismo, inclusive tengo fotos sacadas con mi celular”

Finalmente Marsilli dijo: “Quiero agradecer a un periodista de FM TOTAL de Curuzu Cuatía, que no me acuerdo el nombre que me sacó al aire en mi desesperación de ver a mi propio hijo por el contra fondo de la Unidad Regional y yo quería inmediatamente llevarlo a mi casa, y no me dejaban entrar, cuando me vieron con el periodista se agilizaron las cosas”.